jueves, 5 de agosto de 2010

Suburbio Versus Cinco Estrellas

por Rubén Carty Lowe

Periodista Independiente y Director

Centro Informativo Cubano

 

22 de Junio del 2010
 

 

Las altas viejas columnas del bodegón, se alzan en cornisa,

acunan a un tronco humano,

dos bocas latiendo en un solo aliento;

el entorno huele a noche de suburbio y algún fogón

tardío despide olores baratos,

hay mitigar de soledades en una guitarra,

los dedos del tronco tantean zonas erógenas sin tarifa,

y más que recostado al viejo concreto parece flotar

en el oscuro espacio estrellado;

dos corazones latiendo,

dos bocas en un solo aliento, derriten en el aire dicembriano.

Una telúrica cintura de Ochun hace caer

Unas monedas de un exiguo bolsillo al gestado piso;

el tronco danza embriagado en su purísima pasión.

 

Desciende del TUR un tiburón de oro,

las serpientes enfundadas en textiles de marca,

lo flechan con sus mareadas pupilas, el tiburón acechado,

avanza a la ola que lo atrae, el ofidio mas rapaz,

se le acerca y le silva:_“Could you light my cigarret, please?”

_“Sure baby”, responde el cetáceo.

Los destellos oculares del reptil, lo transportan a un océano,

de voluptuosidades y serpenteando acompasadamente,

alzando sus pechos postizos, sonando sus calzas doradas, se va al bar,

lanzando una mirada hacia su seguidor.

Ya en el bar, el cetáceo, con cuello muñecas y dedos dorados, le

propone:

_“Wisky?”

_“Yes, baby”, contesta el reptil de la perdición,

estirándose hasta rozar una de las doradas aletas,

el rey de la fauna marina, le lanza una mirada de zarpazo

incorporándola a su patrimonio.

 

Al llegar al pacto que impone la tarifa,

en el trono mullido y perfumado de un Cinco Estrellas,

el ofidio tantea entre sus trapos, para hallar un torcido,

de canavis sativa que les permita ser tronco.


No hay comentarios:

Publicar un comentario