por Rubén Carty Lowe
Periodista Independiente y Director
Centro Informativo Cubano
13 de Julio del 2010
La falta de alimentos y de bienes de consumo obstina a las personas y las lleva a la enajenación por el solo hecho de tener que dedicarse a buscar el sustento diario a sus familiares. El estado comento la posibilidad de una sociedad sin clases en la que todos seriamos iguales y tendríamos los mismos derechos. Pero yo me pregunto: ¿Quién puede imaginar una sociedad así?
En la sociedad civil cubana se oye decir que a muchos ciudadanos decentes y de buenas costumbres, les molesta tomar relaciones con personas groseras y prostituidas las cuales se encuentran en las distintas instituciones, en los llamados profesionales y hasta en los dirigentes a cualquier nivel. Muy pocas personas mantienen una ética adecuada en cuanto a la educación se refiere pues, hoy lo que abundan son las malas palabras y el gesto grosero que suele ser la patente de corso para caer bien en los ambientes de la sociedad cubana actual.
Esta situación se origina por los problemas sociales y de conducta que se ha institucionalizado como patrón de estos (51) años de gobierno absoluto de los Castros, donde se aprende deliberadamente a mentir, corromperse, para obtener cualquier beneficio.
En resumen, el criterio es que la decencia y las buenas costumbres se han perdido en Cuba y cuando esta situación ocurre, es que obedece a la falsa moral revolucionaria de quienes gobiernan el país. Porque téngase nivel o no lo más importante y de más valor es poder obtener un carnet de la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas) o del PCC (Partido Comunista de Cuba) así como también algún otro carnet militar sin importar el nivel educacional que se tenga.
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