por Rubén Carty Lowe
Periodista Independiente
Director del Centro Informativo Cubano
25 de Noviembre del 2009
Mi esposo Jorge Luis Piloto Gonzales es activista de la Biblioteca Independiente Andrei Sajarov en San José de Las Lajas hace más o menos 6 años. Tenemos una niña de 5 años Katherinne Piloto Molina y uno de 1 año y 6 meses llamado Ángel Luis Piloto Molina, este nació aparentemente sano en el Hospital materno infantil Hijas de Galicias en 10 de octubre. Era muy notable el aumento de volumen en el abdomen. Se ponía morado en las manos, los pies y en los alrededores de la boca. Presentaba arañitas vasculares cerca del ombligo. Lo valoraron varios médicos pediatras y dijeron que el niño no tenía nada. Después de tanta insistencia por parte mía sobre todos estos síntomas, lo ingresaron a los 23 días de nacido en el Hospital Ángel Arturo Aballi en la Sala de Neonatología, la cual radica en estos momentos en el Hospital William Soler. Allí fue donde se le detecto un tumor en el hígado, el cual le fue operado al mes y nueve días de nacido. La operación duro casi diez horas. Cuando salieron los cirujanos nos dijeron que había habido problemas en el salón y que se le había quemado un pie al niño, que iban a esperar 24 horas para valorarle el pie ver que conducta se tomaba. El niño salió del salón con el pie vendado. En esas 24 horas el pie le supuraba un agua con sangraza. Llego a deshidratarse por tanto líquido que perdió. Cuando le volvieron a valorar el pie dijeron que tenían que amputárselo. No accedieron a la petición mía y de su papa de verle el pie, y se lo amputaron por debajo de la rodilla. En lo que le queda de pie tiene cicatrices de quemaduras. En estos momentos ellos dicen que fue un salto de corriente que le tupio una vena y por eso tuvieron que amputárselo pero yo se que el pie estaba quemado.
Después de amputarle el pie comenzaron a hablar sobre una posible infección en los intestinos. Le pusieron tratamiento con varios antibióticos. Según ellos de última generación, yo nunca había oído mencionar ninguno de ellos. Cambiaron de antibiótico más de cuatro veces y continuaba con los síntomas de infección. A la semana, se le perforaron los intestinos y tuvieron que hacerle una colostomía. Después de esto le pusieron tratamiento con ciprofoxacina asegurando que este era el único antibiótico de los puestos hasta el momento que combatían la infección en los intestinos.
Cuando le dieron el alta, me dijeron que en mi área de salud me daban el material para la colostomía pero no fue así. El material era muy pequeño, casi del tamaño de la colostomía. Me decían que era porque en el municipio no había algodón, ni gasa, ni esparadrapo para dárselo a mi hijo. 10 meses después me entero por casualidad que en las farmacias del municipio vendían con un certificado médico todo lo necesario para la colostomía y esto nunca me lo informaron.
Buscando otra atención médica llegué al Hospital Frank País, para ver al doctor Lara. Este me dijo que eso de esperar a los 2 años era un error, que el niño en cuanto empieza a parase hay que ponerle la prótesis. Se la mando a principios del mes de agosto, pero desde entonces me están diciendo que no hay yeso en el Hospital y que tampoco tienen molde para un pie tan pequeño.
La dirección que tiene mi esposo en el carnet es de un medio básico, del cual fue expulsado hace 5 años y medio, no sabe donde estar pues donde valla va a estar ilegal. Le escribimos una carta a la Oficina de Refugiados Políticos en la Habana, donde se le narraba todas las represarías tomadas por el gobierno con el niño, pidiéndoles que nos adelantaran el proceso y así fue. Nos lo adelantaron para el 21 de enero del 2009, pero nos negaron la posibilidad de viajar, no sabemos el motivo, el número de caso de mi esposo es 86213.
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