domingo, 27 de diciembre de 2009

Caso de Ariel Pena Bermúdez

por Rubén Carty Lowe
Periodista Independiente
Director del Centro Informativo Cubano


16 de Diciembre del 2009


Son las 8:00 pm del día 12 de Febrero de 1987, en una Sala del Hospital Pediátrico Norte en Santiago de Cuba, fallece adolecente Ariel después de luchar durante 10 días entre la vida y la muerte. Fue asesinado el 1ro de febrero del ’87. Este muchacho se encontraba en los alrededores de la carretera del Morro y Calle 3, dicho Oficial se dirigió a este de una forma descompuesta y lo abofeteo delante de varios testigos familiares. Luego lo empujo. Cuando este se levanta, fue abaleado en medio de una fiesta popular. La bala se le alojo en el hígado, y durante 10 días estuvo entubado en el Hospital y abierto como si fuera un puerco, según informaron los testigos del hecho.

A las 7:45 pm su madre, la Sra. Marlenes Bermúdez, fue llamado por el doctor, que estaba al frente del caso en el Hospital, y le informa la gravedad en la cual se encontraba el paciente; por lo que a las 8:00 pm muere el menor de edad con solo 14 años de edad.


Sigue refiriéndose el testigo del hecho, el cual no quiso ser identificado, que después de preparado en Medicina Legal y llevado a la Funeraria de San Bartolomé, se vio a oficiales de la Policía Política vestidos de ropa civil que ocupaban puestos en la funeraria. Además se vio patrullas en el lugar y en los alrededores. Además comenzaron a llegar los familiares del fallecido, amistades y vecinos para contemplar la imagen del niño, al cual fue injustamente maltratado, ultrajado y asesinado por un policía, que hoy no ha pagado ante la Justicia la atrocidad que cometió, actualmente esta jubilado de las F.A.R.


Testigos del asesinato que se encontraban en ese lugar fueron amenazados y acusados en sus Centros de Trabajo, por ponerse a opinar sobre tan horrendo crimen. En horas de la tarde del día 12 de febrero, cuando lo trasladaron del entierro al cementerio, el carro fúnebre fue haciendo recorrido desde San Bartolomé hasta Crombet, miles de personas fueron gritando consignas no gubernamentales en contra del Gobierno, y un grupo de bicitaxcistas iban delante del carro fúnebre, formando una caravana la cual se mantuvo hasta la entrada al cementerio de Santa Ifigenia.


Esto demuestra cuanta impunidad se cometen a diario en el país donde nunca o casi nunca se aplica verdaderamente la justicia a los que verdaderamente cometen crímenes.


Hay un dicho que dice así y cito: La Justicia es Ciega. Huelgan los comentarios.

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